El orientador, trabajando juntamente con el monitor, conoce los primeros datos de la velocidad lectora y rendimiento cognitivo del alumno así como su capacidad de trabajo, optimización del tiempo y de su esfuerzo a través de ejercicios prácticos. Con estos primeros datos se esboza la línea de trabajo a seguir con cada alumno.
El monitor ayuda al alumno a concretar sus tareas a partir de las materias impartidas en el colegio, delimitar sus objetivos e integrarlas en un horario. Será el propio alumno, quien diariamente bajo las directrices del monitor y orientador evalúe el rendimiento de su trabajo y reelabore, si fuera preciso, la estrategia metodológica.
El orientador y el monitor mantienen una comunicación directa con el alumno.Y con los padres a través de entrevistas concertadas previamente. Ellos son la clave para fidelizar y asentar en sus hijos la formación recibida en el programa y sin la cual ésta quedaría debilitada. Se integran en el programa desde un ámbito al cual sólo ellos tienen acceso: el familiar.
Al final de cada trimestre se elaborará un informe que se enviará a los padres con el número de horas estudiadas por el alumno y las valoraciones observadas por el equipo técnico a lo largo de ese tiempo.
